Doma básica del caballo de rutas, marchas y viajes

INDICE

 



Introducción

En esta sección vamos a ver cuáles son los conocimientos que debe tener un caballo para poder utilizarlo, en rutas, con comodidad y seguridad.

Un caballo es, además, la carta de presentación de un jinete.

Por el comportamiento del caballo y su doma podemos colegir el nivel de equitación que tiene su dueño.

La doma de un caballo para viajes nos debe llevar a conseguir lo siguiente:

  • Un caballo de aire libre agradable, fácil de montar y con un buen comportamiento

El caballo de marcha, bien domado, parece adaptarse a todo con naturalidad; Pero su jinete debe trabajar para conseguirlo. Es un programa que requiere constancia y un poco de paciencia.

El jinete, debe tener un nivel de equitación razonable pues no es posible enseñar a un caballo si quien enseña tampoco sabe.

No vamos a considerar, sin embargo, la doma desde cero pues cuando compramos un caballo no es habitual adquirir un potro cerril, sino, un caballo de más de seis años, ya montado y con algo de doma.

Al jinete le corresponde hacerse con el caballo, en primer lugar, y enseñarle lo necesario `para convertirlo en un buen caballo de marcha.

Y estos conocimientos básicos son:

 


Ganarse la confianza y el respeto de su caballo

Un caballo que confía en su jinete camina relajado y tranquilo, pasa por donde le ordene pasar y hace, con buena voluntad, todo lo que este le pida.

- No maltrate ni emplee violencia alguna con el caballo

- Utilice la voz y las caricias abundantemente

- Pase tiempo con su caballo cuidándolo, montando, etc.

- Aprenda a pedirle las cosas con suavidad y técnica

- Corríjalo con firmeza pero sin violencia

- No le exija cosas antes de enseñárselas

- Quiéralo mucho

 

 


Trabajar, bajo control, a los tres aires

- El caballo de ruta debe caminar, trotar y galopar solo a las órdenes de su jinete.

- Durante el entrenamiento, haga las solicitudes claramente.

- Recompense al caballo cuando obedezca

- Exija una respuesta instantánea, poco a poco, ya sea en transiciones ascendentes o descendentes..

- No permita que el caballo cambie el ritmo a su gusto: el trote, la desaceleración o la aceleración no solicitados deben contrarrestarse de inmediato.  

- Demuestre su desacuerdo primero con la voz, luego con las ayudas.

- El paso, imprescindible en las marchas, es un aire difícil de trabajar: no lo descuide.

 

 


Parar a la orden

El caballo de rutas debe aprender a detenerse con calma. Esto es una enseñanza elemental e imprescindible

- Comenzar a trabajar a pie, por voz.

- A continuación, trabaje montando al paso, usando la voz y las ayudas simultáneamente. El caballo debe detenerse en el instante en que se lo ordene y quedarse quieto hasta que ordene, adelante.

- Recompense cada parada.

- Al principio, no prolongues demasiado las paradas.

Y, sobre todo, una vez parado, afloje las riendas; la pausa se convierte así en una relajación, una especie de recompensa.

Entrene con constancia, y pronto podrá prescindir de las riendas, para detener el caballo.

 

     


Cesión a la pierna

La cesión a la pierna es una doma necesaria para poder pasar con seguridad por sitios angostos, evitar darse con las rodillas contra un árbol, esquivar cualquier obstáculo que pueda surgir en el camino y, sobre todo, para mantener el caballo recto y pegado al borde, al circular por carretera.  

- La cesión a la pierna es un movimiento, simultaneo, hacia delante y hacia un lado, para el cual el caballo se mueve en dos pistas trazando una línea diagonal.

- La cesión de pierna consiste en que el caballo ceda a la presión de la pierna, del jinete, desplazando su grupa lateralmente al lado contrario de donde se ejerce la presión, mientras avanza.

- El ejercicio se realiza colocando la pierna exterior apoyada junto a la cincha (es la que controla la velocidad del movimiento). La pierna interior se coloca ligeramente detrás de la cincha. La rienda exterior es la que demanda la incurvación (ligeramente abierta) mientras que la rienda interior se apoya sobre el cuello del caballo y se encarga de mantener el ritmo impidiendo que el caballo se precipite. Durante todo el movimiento cargaremos nuestro peso ligeramente hacia la dirección contraria al movimiento.

- Una vez colocadas todas las ayudas, empujamos con la pierna exterior (sin golpear ni dar patadas) de forma constante en la cincha para desplazar el caballo, lateralmente, hacia el lado del movimiento.

- Practicaremos este ejercicio al paso hasta conseguir que el caballo lo realice fácilmente y, posteriormente, podremos practicarlo al trote y al galope.

 

 



Paso atrás con seguridad

Para salir del borde de un arroyo o de un camino estrecho y sin salida, la doma siguiente será muy útil, pero hay que tener cuidado al enseñarla pues si no se hace bien pueden salir dos resabios muy peligrosos; el aculamiento y la empinada, por esta razón no es aconsejable intentar esta doma por jinetes que no tengan algo de experiencia en la enseñanza.

- El caballo de marcha debe saber cómo retroceder con calma, en varios pasos.

- Al igual que la parada, el retroceso se trabaja primero a pie.

- Diga "Paso atrás" mientras camina hacia el caballo y le toca con la fusta en el hombro, si es necesario.

-  Al pasar al trabajo montado, sea paciente y no apure al caballo.

- Confórmese con un paso, incluso si es un paso áspero.

- Recompense abundantemente.

- Si el caballo se va hacia atrás por su cuenta hay que empujarlo inmediatamente hacia adelante con energía y sin consentir ni un solo paso atrás que no sea pedido, dándole más pasos hacia adelante que los que haya dado hacia atrás.

- No atrape al caballo entre las manos y las piernas.

- El mando a la voz va acompañado de una simple indicación de las manos y las piernas, con cesión en cuanto el caballo empieza a retroceder.

- Después de algunas semanas, podrá retroceder varias decenas de metros, sin problemas.

 



Trabajo con una sola mano

En la equitación de exterior el jinete suele llevar las riendas con una sola mano pues al caminar, a menudo necesita las manos: para abrir una barrera, mirar el GPS, conducir otro caballo, etc.

  • Para enseñar al caballo pida las cosas con una mano
     
  • Luego, en el medio segundo siguiente, pídalo con las dos manos
     
  • Pronto, el caballo, se anticipará y, pronto, la petición con una sola mano será suficiente.

 



Independencia

El caballo de marcha debe ser independiente, es decir mantenerse en el paso cuando los demás toman el galope, ir a la izquierda cuando todos van a la derecha, sin que tengas que luchar.

Contrariamente a su instinto, esta cualidad se adquiere con paciencia, debiendo hacerse el trabajo en pequeños pasos, reteniendo el caballo cuando otros salen al trote o al galope o cambiándola dirección o el sentido de la marcha con respecto a los demás.

Debes tranquilizar constantemente al caballo en el proceso de aprendizaje y, sobre todo, afirmar tu papel dominante.

 



Respeto a pie

Sobre todo, el respeto que tu caballo te tiene se demuestra a pie.

Debe aprender a caminar de la mano estando detrás de ti, a no empujarte, a no retroceder cuando caminas hacia él.

Es muy atento contigo y sabe olvidarse de los otros caballos, porque te ve como un dominante.

Si su caballo se desvía de alguna de estas reglas, resuelva el problema rápidamente: una falta de respeto a pie necesariamente resultará en una falta de respeto montado.

 

 

 



El miedo

Lo primero, cuando hablamos de miedo sobre caballos, es diferenciar, que es calma, tensión, miedo y pánico.

Calma:
Es la única forma en que un caballo pueda aprender lo que se le enseñe. Hay que darle al caballo la oportunidad y el tiempo necesario de aprender y comprobar que un objeto nuevo o perturbador no representa un peligro.

Tensión
Es el primer nivel de preocupación del caballo, si lo ponemos en la mano, apretamos las piernas, tensamos las riendas y usamos las espuelas y la fusta pasaremos el obstáculo pero no debemos esperar que haya aprendido gran cosa. El caballo sentirá que ha sobrevivido y poco más, por lo que en la próxima ocasión, la cosa no habrá mejorado mucho. Solo podemos enseñarle, insisto, dándole tiempo y con calma.

Miedo
El caballo no pasara el obstáculo por mucho que uses la espuela y la fusta. Recibirá un mensaje muy negativo porque al miedo al obstáculo se sumara el miedo al jinete Y el problema será MUCHO MAYOR LA SEGUNDA VEZ.

Pánico
Si has usado la violencia anteriormente, la próxima vez que encuentres el obstáculo puede ocurrir que el caballo de un tornillazo y salga de caña. Conocer el estado en que está el caballo, cuando vamos caminando con él, es muy importante para entender y prevenir sus reacciones.

Imaginemos que estamos caminando por un bosque y el caballo se pone en tensión porque, posiblemente, ha venteado alguna alimaña, hay que estar muy alerta pues si aparece algo el caballo puede pasar rápidamente al estado de miedo y seguidamente al de pánico.



Manejar el miedo

Cuando se asuste de algo (un paraguas, un bulto en el camino, pasar por un túnel, una maquina trabajando, cruzar un rio, con tiempo, etc.) lo primero que tenemos que hacer es enseñarle a observar con calma y no huir. Tu único trabajo es mantenerlo en presencia del objeto de su angustia, sin importar la distancia.

Tomate tiempo, relájate, y espera a que el caballo este totalmente tranquilo antes de pedirle que avance hacia el objeto. Si notas en el caballo, la menor resistencia, no lo apures más; Bájate del caballo, acariciarlo y llévalo de las riendas, si es posible, hasta el objeto que le angustia.

Si el caballo vuelve a resistirse no insistas. La primera regla de la doma es no exigirle a un caballo algo para lo que todavía no está preparado, primero hay que enseñárselo.

Conocido el objeto de su angustia debemos intentar quitarle el miedo.

El método será distinto, entre unos miedos y otros, no es lo mismo que se asuste de un bulto negro o un plástico o una maquina trabajando a que tenga miedo a pasar por un túnel o atravesar un rio.


Se asusta de objetos

  • Un método que funciona, es dejar el caballo un día o dos comiendo solo hierba, y así con el caballo hambriento lo llevaremos a un lugar (prado, picadero, etc), sin yerba, en el que habremos puesto una reproducción del objeto que le angustia.
     
  • Ponemos un poco de la comida que más le guste en el objeto y dejamos al caballo que vaya poco a poco oliéndolo hasta que le pierda el miedo y se acerque a comer, repetimos la operación tres o cuatro días más.
     
  • Si todo va bien, el caballo, debería perder el miedo a ese objeto, en caso contrario habría que seguir con el procedimiento hasta conseguir que se familiarice con él.
     
  • Otra fórmula, si no podemos reproducir la situación en casa, es llevarlo hasta el objeto periódicamente, acercarlo sin forzar, dejar que lo huela, hasta que vaya perdiendo el miedo; Los caballos cuando ven que un objeto no es peligroso entienden que no les va a hacer daño.


Se asusta del agua

El miedo a pasar un charco o cruzar un rio es totalmente distinto y, por tanto, el método para solucionarlo, también, lo es. Para lograr que el caballo se acostumbre a pasar charcas y ríos sin problemas lo mejor es poner en práctica varios sistemas muy fáciles y de éxito asegurado.

  1. Un día que haya llovido salís a caballo, tranquilamente. El caballo, con todo el camino mojado y con charcos grandes y pequeños no tendrá más remedio que ir pisando algunos y poco a poco podéis ir llevándolo hacia charcos más grandes.

    Este ejercicio le permitirá familiarizarse con el agua sin mucho estrés.
     
  2. Otro día, hacéis una ruta, en la que haya que pasar un riachuelo o rio no muy ancho, con un amigo que tenga un caballo acostumbrado a pasar el rio sin problemas;

    Vuestro amigo pasará delante y detendrá su caballo en medio del riachuelo, a continuación, vosotros, dando su tiempo al caballo y animándole con suavidad, entrareis en el rio. Estos dos ejercicios hay que repetirlos hasta que el caballo atraviese, el agua, con soltura
     
  3. Si los dos métodos anteriores no fuesen suficientes, entonces, tenemos que recurrir al siguiente método un poco más latoso de realizar, pero muy efectivo.
  • En un prado, o en el lugar donde le damos cuerda, cavaremos una piscina de 15 cm de fondo y medidas de 2,5 m x 1,5 m. 
     
  • Con una manguera la llenaremos de agua  
     
  • Atravesaremos la piscina, con el caballo del ramal, unas cuantas veces.
     
  • Posteriormente daremos cuerda al caballo, haciéndole pasar por la piscina, en los dos sentidos, durante 15 o 20 minutos
     
  • Repetiremos el ejercicio hasta obtener el resultado que deseamos.
     
  • Finalmente montamos el caballo y pasamos varias veces la piscina

 

No quiere subir al van o al camión

Esta doma, al ser un poco más prolija de explicar, la he puesto en un apartado especial " Como subir un caballo a un van" en el que puedes verla completa
 

Y, ahora, quiero decir lo siguiente: Lo más importante para que el caballo venza sus miedos es que tenga respeto y plena confianza en su jinete. Un caballo que confía en su jinete entra y pasa, sin problemas, por todos los sitios que le pida incluso por aquellos más inverosímiles, por los que nunca ha pasado;

Esto, sin embargo, solo se consigue con el tiempo y una buena doma.

 



Colocación o puesta en mano del caballo

Dentro de lo que se considera equitación corriente, no básica ni superior, está la “puesta en mano” del caballo también llamada recoger o colocar el caballo.

Es una enseñanza de doma clásica o académica muy importante, no solo para el manejo del caballo sino, también, para su desarrollo y fortalecimiento muscular. Sin una “buena puesta en mano” no hay equitación de calidad.

En equitación de exterior, todo aquel que aspire a ser un buen jinete, debe conseguir colocar o poner en mano al caballo, rápidamente y con facilidad.

La puesta en mano correcta, hace que nos adueñemos de las fuerzas y de la posición del cuerpo del caballo;

Esto es del todo necesario, en momentos difíciles, por ejemplo:

  • Cuando se teme una defensa
     
  • Para recorrer tramos complicados donde el caballo por cansancio o flojedad pueda desequilibrarse
     
  • Cuando estamos obligados a pedirle al caballo pasar por sitios o lugares, como túneles, puentes, zonas estrechas etc. para las que no está, todavía, bien domado y notamos, por una pequeña tensión o ligera resistencia, que siente recelo (ojo, no miedo) pero consideramos que puede, sin embargo, ser vencida con una buena “puesta en mano” y la impulsión necesaria.

En este último caso, la puesta en mano, nos ayuda a solventar el problema, pero no a mejorar la doma con respecto al miedo al obstáculo. Hay que recordar que, para vencer los miedos, solo podemos progresar con un caballo calmado dándole tiempo y usando los métodos que vimos anteriormente. Además, el jinete, antes de hacer nada, tiene que conocer bien las sensaciones que le transmite su caballo pues si el caballo siente miedo, la acción de puesta en mano no será suficiente y el caballo no pasará.

Una buena puesta en mano, sin embargo, mide siempre la calidad de un jinete y la doma de su caballo.

Como no es posible explicar aquí, por ser muy prolija, la técnica de la puesta en mano, mi consejo es, que aquellos jinetes de exterior que deseen aprenderla, tomen unas clases de equitación y trabajen con su caballo, los resultados y las sensaciones que obtendrán son muy gratificantes y merecen la pena.



Conclusión

Y, por último, deciros que, aunque un jinete de rutas y viajes no tiene que ser, necesariamente, un artista de la equitación si tiene que aspirar a montar correctamente y, al igual, que trabajáis en la mejor doma de vuestro caballo también debéis trabajar en

  1. Conseguir un asiento correcto, sobre los isquiones y no sobre los glúteos

  2. Una utilización precisa de las piernas con las rodillas relajadas, pantorrillas en contacto suave con el caballo y actuando solo cuando es necesario.
     
  3. Un uso correcto de las manos, resistiendo y nunca tirando

Recordar, que la doma de un caballo no tiene fin, y que siempre que montéis estáis, consciente o inconscientemente, haciendo doma, enseñando al caballo tanto lo que hacéis bien como lo que hacéis mal.

Un caballo por bien domado que esté será, al cabo de unos meses, lo que vosotros hayáis echo de él, por tanto, si queréis tener un caballo bien domado, vosotros, tenéis que ser, en primer lugar, buenos jinetes.

 

Fdo. Juan Manuel Alvarez Diaz

 

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