Como herrar un caballo para rutas y marchas

 

INDICE

Cuando utilizamos un caballo en rutas, marchas y viajes, en las que las condiciones del camino son muy variadas, el caballo debe estar convenientemente herrado para poder caminar con seguridad.


 


Objetivos del herraje

  •  Estar técnicamente bien hecho
     
  • Adaptado a las características morfológicas del caballo, para no lesionarlo
     
  •  Evitar que el caballo pueda resbalar sobre los suelos de asfalto, de hormigón o piedra.
     
  • Aguantar de cuarenta a cuarenta y cinco dias sin que se rompan o caigan las herraduras

 



Como ordenar el herraje

  1. Buscar un buen herrador (los de más garantías son los herradores que atienden caballos de competición o hierran en un buen club)
     
  2. Poner dos ramplones de tungsteno en la zona posterior de cada herradura. 
    Si el viaje tiene muchos tramos de asfalto u hormigón podemos poner 2 ramplones más en la zona anterior.
    Estos ramplones delanteros deben ser de rosca y no de embutir pues hay que poder quitarlos, cuando ya no sean necesarios, ya que aumentan mucho el agarre y no es bueno para los tendones llevarlos muchos dias seguidos.
     
  3. Poner herraduras un milímetro más gruesas que las habituales
     
  4. Herrar en caliente y con buenos clavos
     
  5. Controlar que el herraje está bien hecho

 



Características que debe tener el herraje

  • Que los clavos sean del tamaño y grosor, adecuados
     
  • Las herraduras estén bien asentadas
     
  • Los talones estén protegidos por el herraje.
     
  • Los remaches se encuentren, firmes en el casco y alrededor de un tercio de su altura.


 


Problemas con el herraje

  • La herradura no está bien asentada y más pronto que tarde se aflojaran los clavos.
     
  • El casco no está bien rebajado, no está plano, y la herradura acabara moviéndose.
     
  • Las herraduras son demasiado grandes o largas y el caballo se alcanzara y acabara arrancándolas.
     
  • Las herraduras son pequeñas; no aguantarán el crecimiento del casco, provocando la ruptura de los clavos o incluso de la pared del casco.
     
  • Las herraduras son muy delgadas y ligeras; caerán fácilmente o se doblarán.
     
  • Si el caballo tiene los pies mal aplomados: pisara primero con una parte del casco, desplazando la herradura. El herrador deberá corregir los aplomos, en la medida de lo posible, cortando el casco.


 


Cuidado de los cascos

Por la importancia que tiene, en la utilización de un caballo, repito, en este apartado, los mismos consejos que figuran, en el apartado “Cuidados del caballo durante el viaje”

Los cascos hay que cuidarlos
 
  1. Realizando todos los días un control de los mismos. Hay que tener en cuenta que si no comprobamos su estado a diario, no podremos percibir la aparición de un problema hasta el momento en el que el caballo comience a cojear; lo que en ocasiones puede ser demasiado tarde.
     
  2. Hay que verificar que no se han introducido en la ranilla piedras u objetos punzantes
     
  3. Hay que comprobar que las herraduras se mantienen perfectamente colocadas
     
  4. Hay que pasar los dedos por los remaches para comprobar que se mantienen en su sitio.
     
  5. Limpiaremos, los cascos, con frecuencia, utilizando un limpiacascos
     
  6. Cuidaremos especialmente el aseo de los surcos colaterales de la ranilla, ya que es el lugar preferido para las bacterias.
     
  7. Comprobaremos que no hay cortes ni grietas, así como el grado de sequedad del casco.
     
  8. Si detectemos mal olor, hay, posiblemente, una infección. Debemos limpiar completamente el casco y aplicar agua oxigenada o/y Betadine en las zonas afectadas.
    Esta operación la repetiremos, al menos, una vez al día hasta que desaparezca la infección

     

Fdo. Juan Manuel Alvarez Diaz

 

 

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