Cuidados del caballo durante las rutas, marchas y viajes

 


 

 

 

Preparación del caballo para una marcha o un viaje largo

Bien, hemos decidio realizar un viaje de larga distancia a caballo.

Y es, en ese momento, cuando debemos empezar, también, a cuidar de nuestro caballo, para que tanto el como nosotros hagamos un viaje feliz y sin contratiempos, pues a diferencia de las rutas o marchas de uno o varios dias, los viajes de larga distancia, que pueden durar varias semanas, exijen preparar un poco mas al caballo.

Damos por hecho que el caballo está bien de salud y razonablemente entrenado, pero, aun asi, es conveniente

  • Darle durante el mes anterior a la partida un complemento vitaminico, de acuerdo con el criterio del veterinario
     
  • Desparasitarlo
     
  • Vacunarlo, si cumple la fecha durante el viaje

Nota: Otros temas como el herraje, el entrenamiento previo y demás podeis verlos en los distintos apartados de este blog.

 


Prevención de rozaduras y lesiones 

Para prevenir rozaduras y lesiones es muy importante seguir los consejos siguientes:

  • Saldremos por la mañana, llevando el caballo del ramal los primeros 15 minutos. Le ayudara a asentar la montura y nos permitirá apretar la cincha, adecuadamente, pues muchos caballos se hinchan cuando los ensillamos. Y, sobre todo, a calentar el lomo y las articulaciones. Muy importante en caballos de una edad que puedan tener algo de artrosis.
     
  • Montaremos a caballo y viajaremos al paso riguroso reservando el caballo. Excepto si vamos a realizar una etapa de más de treinta kilómetros, en cuyo caso iremos alternando el paso con el trote para no alargar demasiado, el tiempo de viaje.
     
  • No utilizaremos, en ningún caso, el galope pues lo único que podemos obtener, a cambio de disfrutar de una carrerita, es desgastar el caballo, perder herraduras, una tendinitis, etc.
     
  • Cada dos horas, aprovechando una zona llana o en bajada, nos apearemos del caballo para andar durante media hora; Esto relajará la espalda del caballo, nos permitirá estirar las piernas y ayudará a evitar rozaduras y lesiones, tanto, al caballo como al jinete. Y con las lesiones del jinete, ojo porque, una simple rozadura, también, puede estropearnos el viaje.
     
  • En las bajadas pronunciadas debemos bajarnos del caballo. En las bajadas el caballo tiende a levantar la cabeza y doblar el lomo trasladando una gran carga a la cruz y un esfuerzo mayor a todo el tren articular anterior.
     
  • Estos dos últimos consejos son importantes para todos los jinetes, pero sobre todo para aquellos que tienen un nivel de equitación bajo pues las lesiones, al caballo, se producen no solo por un exceso de carga, sino, también, y más frecuentemente, por un mal asiento del jinete. Si el jinete se ha lesionado o le duelen las posaderas, montara desequilibrado y en un viaje de varios días acabara lesionando al caballo.
     
  • Además, para aquellos jinetes, con un peso superior a ochenta kilos, estos consejos son de obligado cumplimiento si desean, de verdad, cuidar su caballo.
     
  • No os confiéis porque utilicéis una silla de marcha o porque vuestro caballo nunca ha tenido nada y pensar siempre, que cuando bajéis del caballo estáis, no solo contribuyendo a evitar un posible problema estáis, también, ayudándole a trabajar mejor. Y el estará muy contento y agradecido.
  • Revisar la espalda del caballo a diario, inmediatamente después de quitarle la montura, pasando dos dedos que presionen ambos lados y a lo largo de su columna vertebral
     
  • No cargar al caballo con más peso del conveniente para su morfología (ver apartado "Cuanto peso puede llevar un caballo"
     
  • No obligar al caballo a realizar etapas, cuya distancia, sea excesiva para el (ver el apartado "Velocidad y Resistencia de los Caballos"



Inflamación en el dorso

Si el caballo eleva la cabeza, se encoge o da cualquier otro signo de dolor, cuando apretamos los dedos a lo largo del dorso, tenemos una lesión que, aunque sea incipiente, se agravara inexorablemente en los días posteriores, si no hacemos algo. Lo lógico es averiguar qué es lo que causa esta lesión;

Las posibles causas pueden ser

  • Un mal asiento del jinete
     
  • Problemas con la montura
     
  • Peso excesivo para las condiciones físicas del caballo

A veces resulta muy difícil averiguar la causa. Ante una circunstancia así lo mejor es pedir ayuda a un veterinario y decidir, en base a su diagnóstico, si podemos seguir y en qué forma, sin causarle sufrimiento ni lesionar más al caballo, o debemos abandonar



Rozaduras en la cruz o en el dorso

Si en estas revisiones diarias, aparecen signos de rozadura en la cruz o en cualquier otra zona de apoyo de la silla debemos poner remedio inmediatamente, antes de que se conviertan en herida.

La causa, habitual suele ser:

  • Montura inadecuada
     
  • Mal asiento del jinete.

Tiene mala solución

  • En el primer caso, si no hay herida todavía, cambiar la montura podría ser la solución
     
  • En el segundo, tiene peor solución.
    Hay que pensar que si la montura es adecuada y está bien asentada lo más habitual, cuando se causa una lesión así al caballo, es que el jinete monte desequilibrado por su mala equitacion o porque, el mismo, esté también lesionado.

No conozco ninguna solución realmente eficaz contra esto.

El poner un trozo de goma espuma con un agujero, sobre la lesión, no arregla gran cosa y aumenta la presión en la zona.

La mayor parte de estas lesiones, sino queremos que lleguen a herida abierta, exigen parar al caballo o llevarlo del ramal



Rozaduras producidas por los arreos

Si la rozadura es producida por los arreos hay que comprobar

  1. Si aprietan más de la cuenta en la zona de la rozadura
     
  2. Si el material es duro o tiene partes abrasivas.
     
  3. O si es un caballo con piel delicada 
     

En el primer caso la solución, como es lógico, consiste en aflojar un poco el arreo

Para el segundo caso lo mejor es cambiar el arreo por otro de mejor calidad, más suave y más ancho.

Para el tercer caso podemos optar por colocar protectores de borreguillo o neopreno en la zona donde se produce el roce 
 


Rozaduras causadas por las alforjas

Estas rozaduras pueden ocasionarse porque

  1. Las alforjas no están suspendidas de la silla y van apoyadas sobre el lomo del caballo
     
  2. Las alforjas rozan los costados desprotegidos del caballo
     
  3. Las alforjas llevan mucho peso

Para el primer caso no hay buena solución pues esa forma de llevar las alforjas no vale para viajar. Lo ideal sería cambiar la montura por otra de la que puedan sujetarse las alforjas, pero, si no es posible, se puede probar a proteger el lomo con una mantilla más gruesa.

En el segundo caso poniendo una mantilla más grande que impida que las alforjas rocen los costados del caballo podría ser suficiente.

En el tercer caso hay que probar a repartir el peso de forma distinta y si no funciona, eliminar peso trasladando parte de la impedimenta, a una mochila que llevaría el jinete en la espalda. El peso a llevar en la espalda no debe superar los tres kilos para no desequilibrarlo..

 

Lesiones en las patas y cojeras

En esta clase de lesiones, hay cuatro tipos en los que el jinete puede remediar algo, que son

  • Heridas por accidente
     
  • Heridas por alcance
     
  • Cojeras por artrosis
     
  • El caballo se carga de las patas

En el primer caso, si la herida no es importante, la curaremos con lo que llevamos en el botiquín y si es algo más serio pues habrá que recurrir al veterinario.

El segundo caso es frecuente cuando caminamos por caminos rotos con un caballo poco acostumbrado a las marchas. La solución es poner campanas, si el alcance es en los cascos de las manos o en la corona. Para otros alcances, en patas o manos, utilizar protectores.  Si el caballo es novato en las rutas es mejor prevenir y salir, desde el principio, con protectores hasta que estemos seguros de que no los necesita. 

En el Tercer caso, para los caballos de una edad, que pueden tener algo de artrosis, les daremos dos veces al día, con el pienso, un antinflamatorio de acuerdo con la dosis recomendada por un veterinario.

En el cuarto caso, al finalizar la jornada, hay que ducharle las patas alternando agua fria y caliente, darle un antinflamatorio y vendárselas.

Durante la marcha meteremos, el caballo, en el rio, siempre que tengamos ocasión,


Otras lesiones como esguinces, tendinitis y demas son cosa del veterinario y la solución suele ser parar el caballo o retirarlo del viaje.

 

Cuidado de los cascos   

Los cascos hay que cuidarlos

  1. Realizar todos los días un control de los mismos.
     
  2. Tener en cuenta que si no comprobamos su estado a diario, no podremos percibir la aparición de un problema hasta el momento en el que el caballo comience a cojear; lo que en ocasiones puede ser demasiado tarde.
     
  3. Verificar que no se han introducido en la ranilla piedras u objetos punzantes
     
  4. Comprobar que las herraduras se mantienen perfectamente colocadas
     
  5. Pasar los dedos por los remaches para comprobar que se mantienen en su sitio.
     
  6. Limpiar, los cascos, con frecuencia, utilizando un limpiacascos
     
  7. Cuidar especialmente el aseo de los surcos colaterales de la ranilla, ya que es el lugar preferido para las bacterias.
     
  8. Comprobar que no hay cortes ni grietas, así como el grado de sequedad del casco.
     
  9. Si detectemos mal olor, hay, posiblemente, una infección. Debemos limpiar completamente el casco y aplicar agua oxigenada o/y Betadine en las zonas afectadas.
    Esta operación la repetiremos, al menos, una vez al día hasta que desaparezca la infección

 

Alimentación del caballo durante las marchas y viajes

Es normal que el caballo se estrese los primeros días por todos los cambios que supone el viaje y que, en consecuencia, coma menos;

Por esta razón es importante, aunque no imprescindible, darle al caballo el tipo de alimentación que come habitualmente, para ello podéis utilizar los sistemas que os propongo en el apartado "Alimentación y alojamiento del caballo y del jinete" (ver 3ª modalidad de viaje).

  • Los tres primeros días darle una ración de pienso un 20% más pequeña de lo habitual, para no correr el riesgo de un cólico o cualquier otro problema digestivo. Hay que tener en cuenta que la marcha en sí, aunque se le supone acostumbrado y, sobre todo, el hecho de pernoctar y tener que comer todos los días en lugares distintos a su lugar de descanso habitual, estresan al caballo durante estos primeros días de viaje.
     
  • Cuando veáis que el caballo esta aclimatado al viaje y come con ganas ir aumentado, paulatinamente, la ración hasta llegar a una cantidad superior a la ración normal en un 20/30 %, para compensar el desgaste que supone trabajar a diario.
     
  • Añadir a todas las raciones 30 gr. de sal por kilo de pienso. Esto hará más apetitosa la comida, para el caballo, cuestión fundamental los primeros días en los que el estrés y el cansancio (si no está totalmente en forma) pueden quitarle el apetito. Le ayudara, además, a reponer la perdida de sales por la sudoración y estimulará la sed haciendo que beba más abundantemente evitando, una posible, deshidratación.
     
  • Procurar que el caballo coma forraje en abundancia, todos los días. Hay que dejarle pastar, siempre que se pueda o bien llevar forraje, si viajáis con vehículo de apoyo, o adquirirlo junto con el pienso. El forraje es muy importante en su alimentación, ayuda en el proceso digestivo y a evitar cólicos.
     
  • No olvidéis desparasitar al caballo cada dos o tres meses y ordenar una revisión de la dentadura una vez al año pues, ambas cuestiones, son determinantes para una buena alimentación
     
  • El caballo no debe adelgazar durante el viaje pues podríamos, entre otras cosas, tener problemas con el asiento de la silla sobre el dorso y acabar con rozaduras y lesiones.



Hidratación del caballo durante las marchas y viajes

La hidratación en los caballos no solo afecta a su rendimiento sino que, también, puede poner en peligro su vida por lo que hay que tomar precauciones y más aún, si estamos en tiempo de calor o el caballo trabaja diariamente.

  • Dar de beber al caballo, durante la marcha, en todas las oportunidades posibles y disponer, si se puede, agua sin límite y a libre disposición, en el lugar de pernocta - El caballo debe beber entre 45 y 60 litros de agua al día para que su hidratación sea completa. Es importante que controlemos que bebe lo suficiente, pues la deshidratación puede provocar graves daños en la salud y en el bienestar del caballo.
     
  • Vuelvo a recordar aquí la importancia de mezclar 30 gr. de sal por kg de pienso para estimular la sed, evitando la deshidratación y reponiendo, al menos, un tipo de sal. Esto es muy importante, sobre todo, en caballos que no beben bien. También podéis utilizar alguno de los productos, diseñados para ayudar a los caballos a beber, que hay en el mercado.
     
  • Al terminar la jornada, después de un día de marcha, y especialmente con un clima caluroso duchar al caballo abundantemente para que el caballo deje de sudar y reduzca las pérdidas de agua.
     
  • Si por un fuerte calor o por falta de forma, el caballo, ha sudado con exceso, darle, si disponéis de ellos, electrolítos que le ayuden a reponer las sales perdídas por la sudoración.
     
  • Trate de mantener el caballo a la sombra siempre que sea posible
     
  • Hay que testar, diariamente, el nivel de hidratación del caballo mediante las observaciones siguientes

    1) No orina con la frecuencia habitual o lo que es peor se estira para mear y no mea

    2) El color de la orina es oscuro

    3) Al pellizcarle con un giro, la piel del cuello, haciendo un pliegue, la piel no vuelve a su situación normal de inmediato y tarda más de dos o tres segundos en volver a su estado normal 

    4) Bebe poco o deja de beber

    Con cualquiera de estas observaciones debemos considerar que el caballo esta deshidratado y hay que rehidratarlo de inmediato
     
  • Para rehidratarlo lo primero es estimular las ganas de beber, que se apagan con la perdida de sales. Para ello le daremos electrolitos en el pienso o en el agua y en caso de carecer de electrolitos utilizaremos sal común diluyendo en el agua la cantidad necesaria para ponerla ligeramente salada, pero solo ligeramente.
     
  • Hay que procurar que el caballo beba en abundancia 
     
  • Si el caballo no colabora bebiendo o notamos que el problema persiste, hay que llamar al veterinario con urgencia.

     

Alojamiento e Higiene durante las marchas y viajes

  • Cuando el caballo duerma en una cuadra revisar el comedero limpiándolo de comida vieja, basura etc. Pues podría enfermarlo. 
     
  • Siempre que podáis dejar al caballo suelto en un prado dos o tres horas antes de recogerlo para dormir y si hace buen tiempo y el prado está bien cerrado y es seguro, dejarle pasar la noche en el. El caballo se relajará y descansará más y mejor
     
  • En la medida de lo posible procurar que el caballo duerma siempre en un lugar cerrado y a cubierto, gestionando por adelantado dicho alojamiento. (ver "Alimentación y alojamiento del caballo y del jinete")
     
  •  Duchar el caballo al finalizar la etapa secándolo bien con la cuchilla excepto si está el tiempo frio, en cuyo caso, nos limitaremos a cepillarlo.
     
  • En verano, revise el caballo, al menos, una vez al día, en busca de garrapatas y si las encuentra quítelas de inmediato.
    Para ello debe colocarse unos guantes de goma y utilizar el sacagarrapatas que recomiendo en la lista de artículos de botiquín.
    Una vez quitada la garrapata limpie la zona con un desinfectante o en su defecto con agua salada.

     

Caballos dificiles

Los caballos de caracter dificil pueden presentar distintas variantes para explicar su forma de comportrarse:

- Caballos con temperamento energico y mucho vigor .

- Caballos asustadizos

- Caballos nerviosos o estresados

  1. En el primer caso, los caballos con temperamento y fuerza, la solución, a su mal comportamiento, siempre está en mejorar, tanto su doma como la equitación del jinete. Estos caballos no los puede montar cualquier jinete tienen, como se dice coloquialmente, "mucha clase" y necesitan jinetes con "mucha clase"
     
  2. Los caballos asustadizos son caballos inseguros y temerosos de casi todo lo que les resulte extraño. Son caballos que requieren mucha sensibilidad por parte del jinete que debe transmitirles, seguridad, confianza y liderazgo al mismo tiempo.

    Con sensibilidad, algunos conocimientos de doma natural y dedicandole el tiempo necesario para que el caballo vaya perdiendo los miedos y aprendiendo a confiar en su jinete podemos llegar a conseguir un caballo razonablemente tranquilo al que cogeremos, a medida que el vaya superando sus temores y correspondiendonos con su confianza, mucho cariño.

    Sin embargo, con estos caballos, nunca deberemos bajar la guardia, hay que mantenerlos tranquilos,utilizar la voz y las caricias abundantemente y procurar no llevarlos a situaciones desconocidas para ellos.  

    Por esta razon un caballo asustadizo no es el mejor caballo para rutas pues su caracter temeroso siempre formará parte de el, pero puede valer si lo monta un buen jinete, que lo conozca bien, haya trabajado corrigiendo sus miedos y, lo mas importante, el caballo confie en el. 
     
  3. Los caballos nerviosos o estresados permanentemente que desarrollan conductas parecidas a los caballos asustadizos, pueden confundir al jinete, pero en un caballo nervioso las cosas son mas complicadas. 

    El estrés o nerviosismo puede formar parte del temperamento y carácter del caballo, venir de una lesión no percibida que le está causando dolor y, también, puede ser una situacion sobrevenida debido al miedo a algo presente en el entorno, al hecho de estar en lugares extraños durante un viaje, al miedo a subir a un camión, a entrar o pernoctar en un sitio desconocido, a su poca sociabilidad con otros caballos.

    Sin embargo, si el caballo está frecuentemente con las orejas hacia atrás, la cabeza levantada y el cuerpo agitado tiene un problema de estrés.

    Averiguar la causa es lo primero que debemos hacer, con la ayuda del veterinario si es necesario, para poder darle una solución, si la tiene.

    Si el diagnostico es que el caballo esta desquiciado, cosa poco frecuente pero posible, tenemos un animal inutil para la equitacion cuyo destino es vivir en la pradera 

    Si no se debe a ninguna causa, de las citadas anteriormente, y la conclusión es que se debe al temperamento nervioso, ¡ojo! no asustadizo, del caballo tenemos un problema grave, muy difícil de resolver.
  • Mantenerlo en la pradera el mayor tiempo posible
     
  • Cuidar su alimentación suministrándole alimentos poco energéticos (forraje y algo de harina)  y evitando cereales como la avena, la cebada y el maíz, asi como aceites  y productos derivados de la caña de azúcar
     
  • Cansarlo dándole cuerda y montándolo con frecuencia

Pueden mejorar las cosas pero, por desgracia, en la mayor parte de los casos, la única solución efectiva es medicarlo con algun especifico tranquilizante cuando vayamos a montarlo.

Eso si, hay que ser muy serio y riguroso en su administración una vez ajustada la dosis adecuada por un veterinario, pues un exceso nos dejaría con un caballo sedado y una dosis, inferior a la recetada, no tendría el efecto deseado.

Un caballo con este problema puede, con los cuidados anteriores, valernos para rutas o marchas de un día pero no debe llevarse de viaje pues su inestabilidad emocional lo convierten en un caballo inseguro para el jinete y peligroso para otros miembros y caballos de la partida.

 

Fdo. Juan Manuel Alvarez Diaz


 

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